Encontrarse a sí mismo
La vida te toma de la mano para traerte hasta donde estás ahora, alguna vez leí que la mitad de nuestras vidas consiste en separaciones, no lo creo del todo, más bien creo que la vida se la pasa uniéndonos y abriendo nuevas historias, hasta encontrarse a sí mismo, ¿a qué me refiero con ésto?, algunas de las personas con las que te vas encontrando en el camino son un reflejo de lo que tú fuiste o eres :).
Hace tiempo leí de uno de mis autores favoritos, Maxwell: La manera en cómo vemos a los demás es un reflejo de nosotros mismos; si eres una persona que confía, los verás como personas confiables; si criticas a los demás, los verás como críticos; si te interesas en ellos, los verás como gente compasiva.
En la tierra del sol naciente, conocí a Sekimoto San, nuestro incansable coordinador, a pesar de ser una persona muy respetable, nunca dejaba de sonreír; sí, todo el tiempo transmitía felicidad y cada vez que pasabas a su lado te saludaba con gran alegría. Al llegar al salón de clases todas las mañanas gritaba desde lejos: “Ohayou gozaimasu”, cuando se despedía de ti o de la gente a su alrededor y alzaba la mano hasta que ya no te veía más. Para saludar a un Sensei no titubeaba en inclinarse mostrando respeto con una gran sonrisa.
Él me hizo recordar que a pesar de los momentos difíciles no hay porque no dejar de sonreír y de transmitir lo que somos.
Meses atrás, (casi un año :P) inicié con un reto legendario en el que me topé no solo con una persona, sino con un equipo que jamás se dio por vencido, que empujaba con dedicación, no se daba por vencido para lograr sus objetivos y cuando sentía que se habían quedado atrás, volvían a tomar las riendas para dar todo de sí hasta llegar a a la meta.
Recordé cuando salí de casa buscando nuevas oportunidades, ese momento en el que jamás me di por vencida, esas experiencias te hacen recordar quién eres.
A pesar de extrañar mi casa, tomé consciencia que todo pasa por alguna razón, no todas, pero la mayoría de las personas que se nos envían o aparecen 🙂 logran generar cambios en nosotros, hasta llegar a dar lo mejor de ti, lo pude sentir tomando té bajo la nieve, en medio de la nada, bajo la lluvia en medio de una ciudad más grande de lo que pude imaginar, en medio de junta creativa, y en medio del mar mirándolo a los ojos.
La vida te mantiene en movimiento, a veces no entiendes los cambios o los rumbos que toma, pero créeme que ésta tiene un plan para todo 🙂 así que te invito a darte la oportunidad de seguir encontrándote a donde quiera que vayas, al final te volverás a topar contigo mismo, en algún lugar, pero más sabio.
Con cariño, poder y decisión… Merary 🙂
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